
Hace un mes se presentaron cifras alarmantes. Según la Asociación Peruana de Estudio de la Obesidad y Artereoesclerosis, la obesidad ataca al 26% de hombres y al 24% de mujeres. La mayor tasa de incidencia se presenta en Piura, Lima, Huaraz y Tarapoto.
Para muchos aludidos, el tema le puede significar una cuestión estética. En cambio, para la especialista en nutrición y dietas, Iris Chunga Rodríguez, que una persona tenga unos kilitos de más lo pone en riesgo de contraer otros males mayores, como la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, colesterol, infertilidad, etc.
La vida diaria condiciona unos factores que determinan la obesidad, como los malos hábitos alimenticios y el abuso de la llamada comida chatarra. Cada vez nos acostumbramos a lo sedentario. Los niños ya no quieren correr, sino jugar sentados frente a la computadora, precisa Chunga.De otro lado, existen algunos fármacos que provocan desórdenes hormonales, como los corticoides y anticonceptivos. El estrés acompañado de la ansiedad también altera nuestro metabolismo y predispone a una subida de peso.
¿Dieta?. La pregunta del millón: ¿Qué hago? Las respuestas las buscamos en cualquier medio, ya sea revista, televisión, Internet o creemos en el testimonio de un amigo. Intentamos de todo sin conseguir resultados y cuando creemos lograrlo, de repente nos subimos a una balanza y hasta nos acostumbramos a que nos digan gordo o gorda.
Tras unos estudios, Chunga Rodríguez considera que el tratamiento debe ser personalizado. Las dietas deben proyectarse por etapas, de manera que no desaceleren el metabolismo, luego un asesoramiento especial de mantenimiento, que garantice no volver a subir, explica. La rutina de ejercicio físico moderado y caminatas ligeras de 30 minutos no deben estar exentas.
La dieta tiene un inicio y un final. Más adelante, el organismo responderá de forma diferente y, si se ha adoptado un método inadecuado, volverá a subir de peso, convirtiéndose en una dieta yo-yo. Por ello, la asistencia de un especialista es infaltable.
Dieta Yo-Yo
Al haber restringido su alimentación por debajo de las calorías que su cuerpo necesita para que funcione bien, ha disparado la misma cascada molecular. En consecuencia, recibe señales de hambre que no se dejan de lado. Se llena y sube otra vez el peso que había perdido. Siempre subirá más de lo que había bajado.
1 comentario:
bah, toda la puñetera sociedad está igual, engordando por segundos.....a ver si acabamos haciendo que la tierra se salga de su orbita de tanto peso....
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